Haz que tu trabajo te guste

“Un médico parisién recibió la visita de un cliente, el cual le refirió su estado de turbación moral, su sentimiento de pecado, su preocupación por la eternidad.

El médico, que no entendía en enfermedades del alma, creyó que se trataba de un caso de neurastenia y aconsejó buen alimento y distracción.

– Lo primero no me falta, dijo el enfermo.

– Pues no es nada más que cuestión de distracción, afirmó el médico, muy seguro de su ciencia. Le aconsejó acudir a las funciones del payaso Garrick, “nadie puede estar triste delante de él”, dijo.

– Señor, este remedio no sirve para mí -replicó el enfermo decepcionado-, pues yo mismo soy Garrick. “Yo soy ese payaso; he de mostrarme alegre ante el público para ganar mi pan, pero esto no me da felicidad”.

Ha llegado el domingo y sientes que ya apenas queda fin de semana.

Comienzas a sentir una sensación de malestar, tristeza y desazón que te impide disfrutar de esas horas de descanso con tu familia y amigos.

Estás cansado de escuchar la famosa frase motivadora “SI NO TE GUSTA ALGO, CAMBIALO” ya que por tu situación personal no estás en disposición de hacerlo

Recuerdas con nostalgia con la ilusión y motivación con la que comenzaste en tu trabajo, sin embargo sientes que la situación ha cambiado y los lunes son una verdadera tortura para ti.

Los motivos pueden ser múltiples, quizás tienes una relación distante, tirante, o hasta conflictiva con tu jefe o algún compañero de trabajo. A lo mejor te han cambiado de puesto de trabajo o debido a la crisis (han despedido a parte del personal) tu tarea se ha multiplicado pero sigues con el mismo salario o tal vez tus expectativas profesionales se han visto frustradas y te sientes atrapado en una jaula de oro.

Casi te avergüenza reconocer, hablar con tus amigos de esto. Eres consciente de que tener trabajo fijo y estable en estos tiempos debería ser sinónimo de celebración, sin embargo no puedes evitar sentirte como te sientes. Te sientes quemado, agotado física y mentalmente. Has comenzado a dormir mal por las noches y eres consciente de que tu estado influye en la productividad de tu trabajo.

¿Qué hacer cuando necesitas seguir en un trabajo donde no te gusta?

En muchas ocasiones en los talleres que organizo de VENTAS me encuentro con algún asistente que me trasmite esta situación bien sea de palabra o con su silencio y no puedo evitar querer ayudarle a cambiar su situación.

Pasamos mucho, mucho tiempo en el trabajo, horas de nuestro tiempo que tendríamos que disfrutarlas de la mejor forma posible.

Este articulo lo dedico a ellos, con toda mi humildad y ganas de darles alguna idea que otra que les pudiera ayudar. Me pongo desde aquí a su disposición en el caso quieran comentar cualquier duda, preguntarme, pedirme consejo incluso si alguno de ellos quiere desahogarse o mostrar su desacuerdo con lo que voy a escribir.

Son pequeños consejos a lo mejor te sirven todos, a lo mejor uno o dos, o en el peor caso ninguno. En todo caso ahí van!

1.-Tú eres el capitán de tu alma, el amo de tu destino

Cuando se nos presentan dificultades, en normal caer en el desánimo y el derrotismo.

Toma las riendas de tu vida, confía en la fuerza que tienes y apóyate en ella para buscar soluciones. Confía en ti. Tú puedes.

2.- Si quieres trabajar en algo que te guste más que tu actual trabajo, primero debes de aprender a disfrutar con aquello que haces en este momento. Es difícil que en tu propia empresa te lleguen nuevas ocasiones para hacer cosas mayores si no dominas las actuales. Es complicado ascender en una empresa si no has hecho un sobresaliente trabajo en el puesto que actualmente estas desempeñando.

3.- No culpes a los demás de tu situación. Puede que tengas o no tengas razón pero la realidad es que ello no va a hacer que cambie tu situación. Acepta tu parte de responsabilidad y asume los errores. La solución a tus problemas está dentro de ti y eres la única persona que puedes dar la vuelta a la tortilla en tu situación.

4.- Elimina la culpa inútil. Todos en un momento puntual nos hemos podido sentir culpables en nuestra vida, todos cometemos errores, algunos pequeños, otros importantes que nos hace sentirnos mal con nosotros mismos.

Puede que esta culpa surja por algo que sabemos que no hemos hecho lo correcto. Una vez que eres consciente de esa situación no sirve de nada seguir alimentando esa culpa. Lo que tenemos que hacer es asumir nuestros actos, hacernos responsables y cambiar esa situación hasta donde nos sea posible. Es la gran diferencia entre sentirme culpable y sentirme responsable. La culpa me anula, me baja la autoestima, la responsabilidad me hace sentirme mejor como persona, aprenderás de tus errores y te hará mejorar en tu trabajo.

5.- Autoconocimiento de ti y aceptación de tu equipo. Porque no todos somos iguales y ante una misma situación nos portamos de forma diferente. No hay personas mejores, ni peores, simplemente distintas. Saber cómo eres y como son tus compañeros es importante. Te recomiendo leer el libro “Alza el vuelo” de Merrick Rosenberg y Daniel Silvert.

6.- Aprende a elegir el modo en el cual vas a reaccionar ante la gente cuando estés en conflicto con ellas. No te dejes arrastrar por comportamientos que no te lleva a ninguna parte y que te deja agotado, triste y desengañado de ti mismo. No se trata de ceder en todo sino de defender lo tuyo de forma asertiva y en el momento adecuado.

7.- Márcate unas metas para mejorar en tu trabajo. Y por supuesto ponte un premio si lo consigues. Metas concretas. Empieza por algo fácil que te motive. Puede ser orden, recepción de llamadas, seguimiento correcto del presupuesto, puntualidad,……

8.- Escribe una lista con todas las cosas que te gustan de tu trabajo. La cercanía a tu domicilio, relacionarte con muchas personas, el horario flexible, la posibilidad de conciliar mejor tu vida familiar, que está bien pagada, que son pocas horas y puedes disfrutar de tus hijos, que están dispuestos a pagarte formación, que hay comedor, que aprendes mucho, que te permite sacar adelante a tu familia, lo que quieras. Ten a mano, a la vista esa lista.

9.- Decora tu mesa con fotos que te motiven, de tu familia, de un líder, o quizás una frase que te ayuda a levantarte el ánimo.

10.- Este te lo dejo para ti, para que pienses como puedes volver a disfrutar de tu trabajo . Porque tú lo vales, haz que tu trabajo te guste.

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